martes, 25 de diciembre de 2012

Feliz Navidad!!!

Les deseo una muy feliz Navidad para todos, mas alla de las creencias religiosas, xq mientras creamos en el amor, la paz y el bien estaremos levantando nuestras copas p celebrar los sentimientos mas nobles q se encuentran en todas las personas!



miércoles, 19 de diciembre de 2012

Counseling y Coaching ¿en que se diferencian?

Nota por Clr. Barbara Schneider publicada para web de difusion del counseling de Ser Counselor.
Acceder a la nota: CLICK AQUI
Counseling y Coaching: ¿En que se diferencian?
NOTA COMPLETA EXTRAIDA DE "SER COUNSELOR":
"Debido a la similitud fonética de los términos, es que muchas veces surge la confusión y las preguntas que muchas veces me han planteado varias personas: “El Counseling es lo mismo que el Coaching?” A lo que les respondo “No, son dos carreras o disciplinas diferentes.” Entonces, casi automáticamente, deviene la siguiente pregunta: “¿Y en qué se diferencian?” Luego de haber respondido a grandes rasgos en variadas ocasiones, decidí ir a las fuentes más técnicas y teóricas, y con la información obtenida diseñe un cuadro comparativo entre ambas, el cual se encuentra publicado en varios de los sitios web de los que soy parte. (*)
En base a ese cuadro, y gracias a la invitación y el espacio ofrecido aquí hecho con el fin de continuar difundiendo el Counseling, ofreciendo cada vez un conocimiento más claro en sus incumbencias y delimitaciones a través de los medios de comunicación, y como en este caso también marcando las diferencias con otras disciplinas de la ayuda psicológica, intentaré resumir los puntos fundamentales para ayudar a comprender fácilmente que hace cada una.
En principio es importante destacar que ambas nacen en Estados Unidos, es por eso que sus denominaciones Counseling y Coaching suenen similares y sean en inglés. Ambas nacen por la necesidad de un otro, por una falta, por un lugar vacío o incompleto en el sistema de ayuda hasta el momento…. Pero ya las traducciones de cada término dan una marcada diferencia de significado: un Coach es un entrenador, y un Counselor es un consejero, o consultor en nuestro caso.
La necesidad que llevo al nacimiento del Coaching fue generada en el mundo de los negocios, con el fin de lograr resultados que estuvieran mas allá de lo previsible, pero que estaban orientados específicamente hacia una meta. Sus bases filosóficas se asientan en el marco teórico de la Ontología del Lenguaje, que ofrece una nueva interpretación de lo que significa ser humano.
Los principios generales del Coaching son: Que las personas no sabemos como las cosas son, sino como las interpretamos. Que no sólo actuamos de acuerdo a como somos, también somos de acuerdo a como actuamos. La acción genera ser. Que uno deviene de acuerdo a lo que hace. Se considera a cada persona como un ser completo, libre y que cuenta con los recursos para llevar adelante su propia vida responsablemente.
La relación de Coaching aparece como una forma especial de conversación en la cual una persona, equipo, u organización, declara al Coach que resultados esta comprometida a lograr y que a su vez no esta logrando. En el transcurso de la conversación el Coach escucha y observa lo que, a su criterio, esta faltando para lograrlos. Muestra posibilidades, propone prácticas y modos diferentes de interpretación de los hechos. Luego el poder de elección y acción quedan en manos del cliente, y el Coach acompañara para mantenerlo responsable del cumplimiento.
El Counseling, en cambio, nació de la necesidad de las personas y los grupos humanos en época de guerra y posguerra, donde la crisis, el dolor, la desorientación, la angustia era inminente. Y era necesario acompañar esos procesos en el aquí y ahora de lo que estaban viviendo. Eran seres que siendo “normales” (no padecientes de patologías psicológicas) estaban atravesando un momento de necesidad de apoyo y contención, de escucha empática, incondicional y amorosa sin ser analizados, prejuzgados, o interpretados por lo que fueran a decir.
El Counseling desde el enfoque Humanístico Centrado en la Persona se basa en la Filosofía Existencial, la Psicología Humanística, la Sociología y la Antropología. Considera al hombre como un ser libre y responsable para resignificar experiencias dolorosas del pasado y poder enfrentar de un modo más adecuado la realidad que transita. Desde la mirada Sistémica en Counseling, se considera al individuo como producto y consecuencia de su interacción con el contexto que lo rodea.
Los Counselors facilitamos la resolución de los problemas, fomentando el desarrollo y la utilización del potencial de la persona, sin que esto implique una profunda reestructuración de la personalidad. Intervenimos en el área de la prevención y la promoción del desarrollo humano. Y nuestra tarea esta dirigida a personas que necesitan un momento de escucha y acompañamiento para comprender mejor sus problemas, tomar decisiones, o realizar cambios en algunos aspectos de sus vidas.
Del consultante de Couseling se espera que este dispuesto a revisar sus actitudes y conductas y a asumir la responsabilidad que esto implica.
Como Counselors trabajamos creando relaciones de ayuda que aportan condiciones que favorecen el despliegue de los procesos naturales de la vida psíquica, como la simbolización, el aprendizaje y la creatividad; para luego facilitar el autoconocimiento, la autoafirmación y la autodeterminación de las personas. Las metas de Counseling siempre serán relativas a los objetivos del consultante.
Dentro del marco Institucional el Counseling también actúa diferente al Coaching. Mientras que éste último es requerido por las organizaciones para obtener más de lo que ya tienen, crecer rápidamente, o lograr objetivos que desean pero que nunca habían alcanzado. El Counseling actúa promoviendo mejorías en la comunicación entre los miembros, teniendo en cuenta las posiciones que ocupan dentro de las mismas. Intenta facilitar la fluidez en el diálogo y crear climas óptimos que ayuden a las relaciones humanas. El Counselor es un adecuado catalizador entre las partes que interactúan, facilitando el desarrollo tanto de sus miembros como de la institución.
Por ejemplo dentro de una misma institución podemos trabajar Counselors y Coachs, ya que las tareas de cada uno no se superponen y sí podrían complementarse entre sí.
Sintetizando lo que hacemos unos y otros, quiero concluir muy brevemente puntuando lo más destacado de cada una de las disciplinas en esta nota desplegadas:
El Coach, entonces, escucha los resultados con los que el cliente declara comprometerse, observa las acciones y si estas son coherentes con el compromiso asumido; y muestra las posibilidades que el cliente no esta contemplando. Actua en situaciones donde se desean conseguir objetivos concretos que no se han podido lograr hasta el momento por otros medios.
Y por nuestra parte los Counselors favorecemos la disposición a la autoayuda, la capacidad de autodeterminación, la competencia operativa en la toma de decisiones, y la adquisición de actitudes más eficientes y satisfactorias actuando en situaciones como crisis vitales, conflictos inter e intrapersonales, crisis accidentales y/o traumáticas como duelos, violencia, adicciones, etc. Situaciones generadoras de sufrimiento que corresponden al aspecto existencial del Desarrollo Personal.
Clr. Bárbara Schneider

miércoles, 7 de noviembre de 2012

El mal de nuestros dias: Ataques de Panico!!

 
Los ataques de pánico son períodos en los que el individuo sufre de una manera súbita un intenso miedo o temor con una duración variable: de minutos a horas.
Los ataques o crisis de pánico generalmente aparecen de repente y pueden alcanzar su máxima intensidad en unos 10 minutos. No obstante, pueden continuar durante más tiempo si el paciente ha tenido el ataque desencadenado por una situación de la que no es o no se siente capaz de escapar.
En los ataques de pánico sin disminuición de intensidad desencadenados por una situación de la que el sujeto desea escapar, algunos individuos pueden hacer esfuerzos desesperados por intentar escapar de la situación.
La persona que sufre episodios de pánico se siente súbitamente aterrorizada sin una razón evidente para sí misma o para los demás. Durante el ataque de pánico se producen síntomas físicos muy intensos: taquicardia, dificultad para respirar, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos, miedo de salir de la casa. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso. Durante un ataque de pánico o crisis de angustia se presenta al individuo una súbita aparición de un nivel elevado de ansiedad y excitación fisiológica sin causa aparente. La aparición de estos episodios de miedo intenso es generalmente abrupta y suele no tener un claro desencadenante.

 Los ataques de pánico se manifiestan como episodios que irrumpen abrupta e inesperadamente sin causa aparente y se acompañan de síntomas asociados al miedo, tales como hipertensión arterial súbita, taquicardia, dificultad respiratoria (disnea), mareos e inestabilidad, sudoración, vómitos o náuseas, síntomas todos ellos coherentes con el miedo que los provoca. Generalmente acompaña a la crisis una extrañeza del yo junto a una percepción de irrealidad y de no reconocimiento del entorno.
Los ataques de pánico no duran mucho pero son tan intensos que la persona afectada los percibe como muy prolongados. A menudo el individuo siente que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación temida (aspecto congruente con la emoción que el sujeto está sintiendo). El hecho de no poder escapar físicamente de la situación de miedo extremo en que se encuentra el afectado acentúa sobremanera los síntomas de pánico.
Experimentar un ataque de pánico es una terrible, incómoda e intensa experiencia que suele relacionarse con que la persona restrinja su conducta, lo que puede conducir, en casos, a adoptar conductas limitativas para evitar la repetición de las crisis. El trastorno puede desembocar en agorafobia, por miedo a presentar nuevas crisis si se presenta una fuerte conducta evitativa en el afectado.

A veces el fenómeno de crísis se reproduce durante el sueño.

La edad de inicio de este tipo de trastorno (entre 18 y 25 años la mayoría de los casos (según DSM y CIE) puede hacer pensar que el problema esté relacionado con la desvinculación y la autonomía personal. Al parecer, el ataque de pánico se desencadena tanto por factores externos - como afrontar una situación que produzca intranquilidad al sujeto- como por los significados que da, en su vida emocional, la persona que experimenta esas circunstancias externas.


Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de Estados Unidos (DSM IV)
Según los Institutos Nacionales de Salud Mental de los Estados Unidos (NIMH), los ataques de pánico son sensaciones repentinas de terror sin motivo aparente que aparecen dentro del denominado trastorno de pánico (uno de los trastornos de la ansiedad). En estos ataques pueden presentarse síntomas físicos, tales como:
  • taquicardia
  • dolor en el pecho
  • dificultad para respirar
  • mareos
Por otro lado, la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense (American Psychiatric Association, APA) (DSM IV) contempla, dentro de los criterios diagnósticos de los trastornos mentales, varios aspectos para diagnósticar la crisis de angustia (ataque de pánico ). Concretamente, define el ataque de pánico como una aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 min:
  • palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
  • sudoración
  • temblores o sacudidas
  • sensación de ahogo o falta de aliento
  • sensación de atragantarse
  • opresión o malestar torácico
  • náuseas o molestias abdominales
  • inestabilidad, mareo o desmayo
  • desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
  • miedo a perder el control o a perder la razón
  • miedo a morir
  • parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo) y
  • escalofríos o sofocaciones
No obstante, el DSM IV no contempla el ataque de pánico como una enfermedad codificada ni diagnosticable. Es tan sólo un síntoma.


Trastorno de pánico
En el trastorno de pánico (nombre que se le da a un trastorno emocional que consiste en la aparición repetida y persistente de ataques de pánico, con ansiedad persistente acerca de la posibilidad de que los ataques de pánico vuelvan a presentarse), la persona experimenta ataques de pánico repetidos e inesperados y sufre ansiedad persistente sobre la posibilidad que los ataques de pánico vuelvan a ocurrir. El trastorno de pánico se distingue de otros tipos de trastorno de ansiedad en que los ataques de pánico son repentinos, inesperados y sin causa aparente.[1]

 

Síntomas

En el ataque de pánico pueden presentarse uno o varios de los siguientes síntomas físicos vinculados al miedo:
  • dolor en el pecho o nuca o taquicardias
  • respiración forzada, arrítmica, apresurada y con síntomas de ahogo
  • mareos
  • baja temperatura en las extremidades
  • náuseas o vómitos
  • temblores, escalofríos, estremecimientos y hormigueo
  • contracciones musculares
  • sequedad en la boca y en el paladar
  • sensibilidad a la luz (dilatación de pupila)
  • temblores o sacudidas
  • sudoración
  • opresión o malestar torácico
  • parestesias (sensación de hormigueo en las manos o en pies)
  • escalofríos
  • sensación de ahogo
  • sensación de atragantamiento
  • dificultades para hablar o comunicarse
En la crisis también se presentan algunos de los siguientes miedos y sensaciones:
  • sensación de perder el control, miedo a perder la razón
  • sensación de miedo a la muerte
  • despersonalización o desrrealización (percepción de irrealidad: sentirse que uno mismo y/o el entorno no son reales)
  • deseo imperativo de escapar del lugar, momento y situación en los que se produjeron las crisis
Es normal que, paradójicamente, estos episodios aparezcan en momentos de relajación del afectado, cuando la atención no está capturada por ninguna situación exterior importante. Por el contrario, el hecho de que surja un motivo externo llamativo para llamar la atención puede eliminar los síntomas.

Hiperventilación

 
Durante el estado de alerta se altera la forma y la velocidad de la respiración, como en toda situación en donde una persona se sienta asustada. Si en ese momento el cuerpo no consume la energía para la que se ha preparado, se puede producir una "hiperventilación" que produce muchos de los incómodos síntomas percibidos durante la crisis:
  • mareos
  • quedarse sin aliento
  • nudo en la garganta
  • hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
  • náuseas
  • confusión
El cambio en la forma de respirar puede limitar estos síntomas, al relajarse muchas de las variables corporales. Además, el hecho de que la persona perciba poder estar haciendo algo para cuidarse a sí misma y gestionar la crisis hace que se sienta algo más segura, ya que percibe poder controlar en algo en la situación.

 

Desrealización

Uno de los síntomas más terribles para los afectados es la percepción de desrealización. La desrealización es un cambio en la percepción del entorno de un individuo, en donde el mundo a su alrededor parece irreal o desconocido.
Términos comúnmente usados para describir los síntomas y sensaciones de desrealización son los que siguen:
  • como ver a través de un velo.
  • una sensación de niebla en los sentidos.
  • separado de sí mismo.
  • atrapado en un vidrio.
  • retraimiento.
  • aislado o distante del entorno inmediato.
  • un espectador de algún juego extraño y sin sentido.
  • sin vida.
  • como en un sueño.
  • fuera del cuerpo, se observa desde la mente.
Esta condición es directamente causada por la ansiedad, es síntoma de la misma. Está causada por cambios que ocurren en la forma en la que el cerebro procesa las señales nerviosas durante los trastornos de ansiedad.

 

El proceso de pánico

El pánico es una forma de miedo intenso en la que aparecen fenómenos fisiológicos y psicológicos coherentes con esa emoción. Según los enfoques cognitivos, en el proceso de pánico, una imagen mental, real o imaginaria, desencadena un rápido proceso que involucra al cerebro y al cuerpo. La espiral creciente de sucesos de percepciones de amenaza y reacciones corporales de miedo que se producen en el organismo desencadena una serie de síntomas que desembocan en una inminente sensación de pérdida de control por parte del afectado que parece superar la voluntad y minar instantáneamente la confianza y la seguridad del individuo. Esta instantánea, gran carencia de seguridad suele provocar un gran deseo de huida y una amenazante sensación de miedo a morir, enloquecer o provocar una escena indeseada. Según otros enfoques de este problema, la sensación de miedo o pánico se desencadena debido a cambios en la vida de la persona que sufre el ataque y a los significados atribuidos a dichos cambios. Estas personas tienen dificultad para conectar dichos cambios con la sensación de pánico, que identifican en muchos casos como un problema físico (ataque cardiaco, asfixia, etc.).
Según los enfoques cognitivo-conductuales, una vez concebida la idea que desencadena el pánico, la crisis fisiológica y psicológica se activa como consecuencia del círculo creciente de percepciones mentales y reacciones corporales de miedo. Las reacciones fisiológicas desencadenan nuevas percepciones de miedo que incrementan las reacciones del cuerpo de una manera cíclica y creciente. La incapacidad del sujeto para activar estrategias eficaces para detener el fenómeno creciente acaba desencadenando el denominado ataque de pánico.
Wilson R. Reid describe dos etapas en el desarrollo de la crisis de pánico:
  • En la primera etapa - ansiedad anticipatoria -, existe una comunicación inconsciente entre la mente y el cuerpo. La mente considera que se aproxima una situación temida y estimula un proceso de pensamiento cuando recuerda una situación pasada difícil. En ese momento, la mente crea una imagen que indica al cuerpo a que responda ahora como si se estuvieran produciendo dificultades pasadas. Con esta información sobre crisis pasadas, la mente comienza a cuestionarse su capacidad para hacer frente a la crisis. Estas preguntas instruyen al cuerpo para prepararse contra cualquiera de las peores consecuencias posibles. La mente evoca imágenes en las que el sujeto no ha podido controlar el episodio anteriormente y se envía un mensaje de protección al cuerpo.
  • En la segunda etapa - el ataque de pánico -, estos mensajes entre mente y cuerpo ya no son silenciosos, pero sus efectos son los mismos. Esto provoca sensaciones físicas que el cuerpo genera (como las taquicardias). El individuo afectado tiene miedo de los síntomas percibidos e inconscientemente emite instrucciones al cuerpo para protegerse, con las cuales el cuerpo comienza a "cambiar su química" con el fin de protegerse de la emergencia. Sin embargo, como no se trata de una verdadera crisis física, no se puede utilizar correcta y eficazmente la estrategia del organismo, preparado para la alerta. Como consecuencia, se produce un aumento de los síntomas físicos, lo que a su vez crea el ciclo auto-reforzado de percepciones de amenaza y reacciones corporales que se sufren durante el ataque de pánico.

 

Fisiología del pánico

 
Aunque estos episodios de miedo extremo pueden aparecer de manera inesperada, se consideran parte de la respuesta evolutiva de los seres vivos comúnmente conocida como lucha o huida de utilidad en la naturaleza. En la crisis, esta respuesta se produce fuera de contexto, inundando el organismo de hormonas (especialmente adrenalina y noradrenalina) como ayuda en defensa propia frente a una amenaza percibida.
El miedo extremo produce cambios fisiológicos inmediatos: se incrementa el metabolismo celular, aumenta la presión arterial, la concentración de la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como la coagulación sanguínea. El sistema inmunitario se detiene (al igual que toda función no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades inferiores en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad para trasportar hormonas a las células (especialmente adrenalina y noradrenalina). También se producen modificaciones faciales: agrandamiento de los ojos para mejorar la visión y dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz, la frente se arruga y los labios se estiran horizontalmente.
Cuando el sistema límbico fija su atención en una amenaza o una percepción de peligro (existente o no), los lóbulos frontales (zona del cerebro encargada de cambiar la atención consciente de una cosa a otra) se desactivan parcialmente. Durante un ataque de pánico[2] la atención consciente queda fijada en el peligro inminente percibido.
 
 
Una imagen mental o real, aroma u otros estímulos pueden desencadenar síntomas fisiológicos de alerta en el cuerpo (ritmo cardíaco, presión sanguínea, etc.). Esta respuesta fisiológica adecuada del cuerpo es interpretada por el sujeto como una confirmación de la amenaza y se produce una retroalimentación positiva del miedo que impide una valoración del auténtico riesgo por parte del afectado. La cadena de percepciones de la mente y reacciones del cuerpo se produce rápida y secuencialmente en una escalada incontrolada que conlleva a la crisis. Dado que los primeros ciclos de percepción y reacción se producen de manera inconsciente, el afectado se percata del hecho cuando los síntomas han alcanzado cierta intensidad. Esto sucede especialmente en el caso de las fobias: la atención del fóbico, incapaz de prestar atención a otra cosa distinta de su percepción de amenaza, magnifica desproporcionadamente el peligro percibido.

Aspectos psicológicos de la crisis

La "trampa" del pánico

Muchos expertos e investigadores, incluidos los doctores David Carbonell y Giorgio Nardone, describen los ataques de pánico y el trastorno de pánico como una trampa (muy eficaz) en dos ámbitos fundamentales. En primer lugar, la trampa del que sufre una crisis consiste en creer que lo que está viviendo es peligroso (es decir, surgirá un ataque al corazón, un desmayo, se perderá la razón, se perderá el control) cuando realmente un ataque de pánico no presenta ningún peligro en absoluto. En segundo lugar, los afectados caen en la trampa de hacer cualquier cosa que creen que les ayudará a evitar las crisis cuando lo que realmente hacen es empeorar los ataques de pánico. Estas actividades incluyen comportamientos de evitación, tratando de controlar los ataques de pánico, luchando contra ellos, cayendo en supersticiones y rituales para evitar ataques de pánico y conseguir autoprotección. Es decir, lo que se hace para enfrentarse a los ataques de pánico termina por perpetuarlos, en la mayor parte de los casos (Carbonell, 2004).
 
Según Georgio Nardone y Federica Cagnoni (Arezzo), una experiencia inicial, real o imaginaria, puede introducir en la mente del sujeto una nueva posibilidad de reacción perceptiva: la del temor. A partir de esa experiencia, todo lo que se lleva a cabo se hace con el fin de defenderse del peligro real o imaginario. Sin embargo, esa reacción no funciona sino que, por el contrario, se confirma aún más la amenaza, lo que empeora los efectos e induce una clásica situación de reacción de pánico, tanto en términos de la generalización del miedo en lo psíquico como en la respuesta del comportamiento.
En particular, se han identificado (Nardone, 1993, 2001) tres intentos típicos de soluciones llevadas a cabo por el sujeto:
1) evitación, 2) solicitud de ayuda y 3) intento de control.
  • Evitación. El efecto de evitar, de hecho, representa una afirmación para el individuo de la amenaza de la situación evitada que prepara un comportamiento de sucesivas conductas evasivas. Todo esto tiene como único efecto el incremento del temor por confirmar, pero también incrementa el escepticismo con respecto a los propios recursos, aumentando de esta manera la fobia e incluso las reacciones. De esa forma, el trastorno se hace cada vez más invalidante y limitante.
  • Solicitud de ayuda. Una vez que el círculo vicioso de la evasión se activa, la persona a menudo utiliza una segunda "estrategia" que resulta ser contraproducente: la solicitud de ayuda, es decir, la necesidad de estar siempre acompañado y confortado por alguien que está dispuesto a intervenir en caso de crisis y de pánico al perder el control. El efecto de esa solicitud es inicialmente el de tranquilizar a la persona afectada, pero poco a poco conduce a aumentar el miedo y sus consecuentes limitaciones. De hecho, esta posibilidad de tener a alguien o algo (una sustancia o medicamento) para intervenir rápidamente en ayuda del que sufre el temor, termina por confirmar que el afectado es incapaz de enfrentar la situación temida en primera persona y, por tanto, ser capaz de manejar las consecuencias. Incluso este proceso tiende a generalizarse y lleva a la persona a una forma grave del trastorno fóbico basado en la lógica de "ser dependiente" y no poder controlarse.
  • Intento de control. El control sobre el comportamiento fisiológico y sus reacciones redunda en un ciclo perceptivo-reactivo para obligar a entrar al sujeto en acción a fin de afrontar el miedo. Sin embargo, en el intento de mantener el control a toda costa sobre el propio organismo y sus funciones psiquiátricas, se experimenta una situación paradójica: la focalización de la atención en las reacciones fisiológicas (latidos del corazón, respiración, equilibrio, etc.) conduce inevitablemente a una alteración de algunas de las mismas funciones, lo que provoca un temor que, a cambio, genera más alteraciones, activando de esta forma un círculo vicioso en el que "el intento de control desemboca en una pérdida de control".

 

Cómo afrontar el pánico

Afrontar el pánico requiere tiempo y paciencia para redefinir las actitudes frente al miedo extremo para enfrentarse al miedo y no evitarlo.
Una de las estrategias que mejor ha funcionado consiste en la aplicación de diez reglas para afrontar una crisis de pánico:[3]
  • Recuerde que lo que siente no es más que la exageración de las reacciones normales al estrés.
  • No es ni dañino ni peligroso, solo desagradable. Nada peor puede pasar.
  • No añada pensamientos alarmantes sobre lo que está pasando y lo que podría ocurrir.
  • Fíjese en lo que le está pasando a su cuerpo ahora, no en lo que usted teme, en su mente, que podría llegar a ocurrir después.
  • Espere y deje que pase el temor. No luche contra él. Acéptelo.
  • Cuando deja de pensar cosas alarmantes, el temor se extingue por sí solo.
  • Recuerde que lo principal es aprender a afrontar el miedo, no a evitarlo. Es una gran oportunidad para progresar.
  • Piense en el progreso que ha hecho hasta ahora, a pesar de las dificultades. Piense en lo satisfecho que estará cuando supere este momento.
  • Cuando empiece a sentirse mejor, mire alrededor y piense lo que puede planear para hacer después.
  • Cuando esté listo para continuar, comience despacio, en un estado de relajación. No necesita correr ni esforzarse.

W. R. Reid defiende ocho actitudes de recuperación para afrontar el pánico frente a opciones como las técnicas específicas de recuperación. Compara las ocho actitudes más habituales de los enfermos frente a actitudes que resultan más eficaces.
Actitudes habituales/Actitudes "curativas"
  • "No puedo permitir que nadie lo sepa"/"No me avergüenzo".
  • "El pánico es malo. Es el enemigo."/"¿Qué puedo aprender como estudiante del pánico?"
  • "Quiero evitar los síntomas."/"Quiero hacer frente a los síntomas para adquirir conocimientos."
  • "Tengo que descansar ahora."/"No me importa estar preocupado aquí y ahora."
  • "Tengo que permanecer en alerta."/"No voy a permanecer en alerta contra la ansiedad."
  • "Esto es una prueba."/"Esto es la práctica."
  • "Tengo que tener certeza de que no hay riesgos."/"Puedo tolerar la incertidumbre."
  • "Será mejor que esto funcione."/"No importa si no funciona".

 

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Ataque_de_p%C3%A1nico

Bibliografía

  • NARDONE, Giorgio (2004). No hay noche que no vea el día: la terapia breve para los ataques de pánico.. Barcelona: Editorial Herder. ISBN 978-84-254-2349-9.
  • NARDONE, Giorgio (2003). Más allá del miedo.. Barcelona: Editorial Paidós Ibérica. ISBN 978-84-493-1479-7.
  • ELLIOT, Charles H. y SMITH, Laura L. (2004). Ansiedad para Dummies. Editorial Norma. ISBN 958-04-7877-5.
  • WILSON R. Reid (2001). ¡No al Pánico! Cómo controlar los ataques de angustia. Santiago de Chile: Editorial Cuatro Vientos. ISBN 956-242-068-X.

Referencias

  1. Panic Attacks, Panic Disorder and Agoraphobia - familydoctor.org
  2. Por qué se dan los ataques de pánico - VIAM
  3. Asociación Madrileña de Agorafobia (AMADAG)

Enlaces externos

Diferencias entre el Counseling y el Coaching

Debido a las multiples consultas que hemos recibido sobre

¿En que nos diferenciamos los Counselors de los Coach?

hemos confeccionado el siguiente cuadro explicativo.

Si bien esto es un resumen se hace dificil reducir mas aun la informacion ya que aquellos que aun no conocen bien una u otra profecion sino no tendrian una linea introductoria de cada una y eso haria que aun quedaran sin responder sus preguntas....

Tal vez para los colegas y los coach este cuadro hasta se vea extenso y redundante de saberes previos de unos y otros, pero la intencion es que cualquier individuo pueda servirse de pel y comprender las diferencias en los aspectos que aqui mencionamos.

como siempre queda abierta la puerta a mas preguntas y a comentarios que pueden hacernos llegar desde aqui mismo o desde cualquiera de nuestros medios de contacto.
 
 
Para ver las imagenes ampliadas ace Click Aqui:
 
 





viernes, 28 de septiembre de 2012

¿QUE ES LA DEPRESION?



 
La depresión es una enfermedad Bío-Psico-Social que afecta al 15% de la población mundial, sin distinción de raza, sexo o edad.

La depresión clínica afecta el estado de ánimo, la capacidad mental y física y el comportamiento. En USA 1 de cada 10 adultos, sufre de depresión, lo que significa 19 millones de personas aproximadamente.

De todas las personas que padecen depresión, el 60% no se trata ni consulta por su problema. Y de aquellos que lo hacen, el 20% acude cuando el diagnóstico ya es de depresión grave.

LO QUE ES MÁS IMPORTANTE: CON TRATAMIENTO SE ALIVIAN LOS SÍNTOMAS EN MÁS DE UN 80% DE LOS CASOS.
La depresión es hoy en día una causa de sufrimiento innecesario, porque no se la reconoce como tal, muchas veces pasando por desapercibida o enmascarada.


 

 

Síntomas característicos

• Tristeza
• Ansiedad
• Desánimo
• Fatiga-falta de energía
• Falta de interés o de la capacidad para disfrutar
• Crisis de angustia
• Irritabilidad-agresividad
• Preocupación excesiva por la salud física, y quejas de dolor
• Trastornos del sueño
• Pérdida o aumento del apetito, con alteraciones del peso corporal
• Pérdida de autoestima
• Disminución de la capacidad para pensar y/o concentrarse
• Pensamientos recurrentes de muerte, y en algunos casos ideas suicidas
• Alteraciones en la actividad sexual
• Tendencia al abuso de alcohol y a la automedicación


 

 

Lo que hay que saber

La depresión es mucho más que la sensación de tristeza o desanimo, y tener ciertos signos no significa estar deprimido. Pero si estos síntomas se prolongan en el tiempo o afectan la capacidad para desempeñarse en la rutina diaria, es posible que usted tenga una enfermedad común pero muy seria: DEPRESIÓN.

La depresión no debe considerarse como una consecuencia lógica de problemas físicos, sociales o económicos.

La depresión es una enfermedad incapacitarte y es importante saber, que aún las formas graves responden muy bien al tratamiento. Pero al igual que con cualquier otra enfermedad, cuanto antes se comienza el tratamiento, más eficaz puede ser, más rápida será la resuperación y más alta la probabilidad de prevenir recaídas.

Desde ya que el tratamiento, no evita los factores estresantes de la vida, ni puede prevenirlos o anticiparlos, pero ayuda a la capacidad de enfrentar esos desafíos, y logra que el individuo disfrute más plenamente de la vida.

 

Formas típicas

• Depresión mayor:
La depresión mayor se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que antes eran placenteras. Un episodio de depresión muy incapacitante puede ocurrir sólo una vez en la vida, pero por lo general ocurre varias veces.

• Distimia:
La distimia, un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas crónicos (a largo plazo) que no incapacitan tanto, sin embargo impiden el buen funcionamiento y el bienestar de la persona. Muchas personas con distimia también pueden padecer de episodios depresivos mayores en algún momento de su vida.

• Depresión bipolar:
El trastorno bipolar se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión). Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos, pero más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la fase depresiva del ciclo, puede padecer de uno, de varios o de todos los síntomas del trastorno depresivo.


 

Otros subtipos de depresión

• Depresión estacional
Se encuentra relacionada a una época determinada del año, generalmente en invierno. Se caracteriza por tristeza, alteraciones en el sueño y en el apetito.

• Depresión post parto
Un porcentaje significativo de mujeres luego de parir sufren de un período de decaimiento que es leve y de corta duración. Suelen tener sentimientos de culpa, inseguridad e incapacidad para ejercer adecuadamente su nuevo rol.

• Doble depresión

Son aquellos que padecen una distimia sobre la que en algún momento determinado se agrega una depresión mayor.

• Depresión psicótica
En este subtipo de enfermedad se presentan al mismo tiempo los síntomas propios de la depresión con los denominados psicóticos (los delirios y las alucinaciones). En general se considera que esta es una de las formas más graves de presentación de la depresión.


 

 

Causas de la depresión

Factores genéticos
Existe un mayor riesgo de padecer de depresión clínica cuando hay una historia familiar de la enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una predisposición biológica. Sin embargo, no todas las personas que tienen una historia familiar tendrán la enfermedad. Además la depresión grave también puede ocurrir en personas que no tienen ninguna historia familiar de la enfermedad. Esto sugiere que hay factores adicionales que pueden causar la depresión ya sean factores bioquímicos o ambientales que producen estrés, y otros factores psicosociales.


Factores bioquímicos
Se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos. Se sabe, por ejemplo, que las personas con depresión grave típicamente tienen desequilibrios de ciertas substancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores. Además los patrones de sueño, que se ven afectados por la bioquímica del organismo, son generalmente diferentes en las personas que tienen trastornos depresivos. La depresión puede ser inducida o aliviada con ciertos medicamentos, y algunas hormonas pueden alterar los estados de ánimo.


El ambiente y otros factores de estrés
Los siguientes se han definido como factores que contribuyen a la depresión: la pérdida de un ser querido, problemas en una relación, problemas económicos, o un cambio significativo en la vida. A veces el comienzo de la depresión ha sido asociado con el de una tercera parte de las personas con cualquier tipo de trastorno depresivo también exhiben de alguna manera un trastorno de alcoholismo o fármaco dependencia.


Otros factores psicológicos o sociales
Las personas con ciertas características como pesimismo, baja autoestima, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y tendencia a la preocupación excesiva son más propensas a padecer de depresión. Estos atributos pueden resaltar el efecto de las situaciones de estrés o interferir con la capacidad de enfrentarlas o reponerse de las mismas. La crianza y las expectativas relacionadas con el sexo femenino pueden contribuir al desarrollo de estos rasgos. Aparentemente, los patrones de pensamiento negativo típicamente se establecen en la niñez o adolescencia. Algunos expertos han sugerido que la crianza tradicional de las niñas puede fomentar estos rasgos y posiblemente de un factor determinante en la alta incidencia de depresión en la mujer.


 

 

Consecuencias de la depresión

Deterioro global de la calidad de vida
. Enfermedades médicas y psiquiátricas
. Problemas laborales, familiares, sociales.
. Alteraciones intelectuales y disminución del rendimiento psicofísico.
. Alteraciones de orden sexual.


 

 

Depresión en la Mujer

Las mujeres presentan una incidencia, 2 a 3 veces mayor que el hombre. Se observa un incremento de depresión, en los períodos de cambio endocrino-hormonales, como la pubertad, el posparto, y la perimenopaucia; además de cambios cíclicos durante el mes, y vinculados al ciclo menstrual.

También se sabe actualmente, que las mujeres, que fueron acosadas, o sufrieron abuso sexual en su infancia o adolescencia, tienen mayor tendencia a sufrir de depresión clínica en algún momento de su vida, en comparación, con las que no tuvieron esa experiencia. En todo caso, cualquier forma de maltrato, puede llevar a la depresión, porque disminuye la autoestima y causa tristeza, culpabilidad, aislamiento social, y retraimiento de la personalidad.

Las mujeres padecen una mayor taza de pánico, trastornos fóbicos, e intentos de suicidio.

La depresión en la mujer, suele presentar síntomas diferenciados, cansancio, fatigabilidad, hipersomnia o tendencia al desgano, y tienen, más manifestaciones somáticas que el hombre (cefaleas, mareos, náuseas y dolores abdominales, contracturas musculares, dolores difusos, e inespecíficos, etc.).


ESTANDO ALERTA:
Como muchas veces la forma de presentación de los síntomas, no es la característica, no hay que olvidar, que si la mujer no atiende a sus hijos, los deja solos, no se ocupa de las tareas domésticas/laborales habituales (recordar que la mujer actual suele cumplir doble jornada laboral en su casa y el trabajo externo) no se trata de debilidad, pereza o desinterés… SE TRATA DE DEPRESIÓN.


Depresión tercera edad

La posibilidad de aparición de un cuadro depresivo severo tiene su máxima incidencia entre los 50 y 65 años.

En general durante la vejez tienen más peso los factores ambientales, que los genéticos.

Por que la incidencia de depresión es más alta en este grupo de población?
El paciente mayor tiene más dificultades para adaptarse a los cambios, le cuesta más tomar decisiones, cambiar su modo de funcionamiento habitual, o sus ideas, y los rasgos de personalidad que siempre tuvo se vuelven más prominentes. Ósea se vuelve más rígido, y esto hace que este “más en desacuerdo con el mundo exterior”, y que se vaya sintiendo de apoco más inadecuado en su entorno, y tienda a aislarse.
Por otro lado, el 80% de los mayores de 65 años sufre algún tipo de enfermedad física, crónica o degenerativa, y muchas de ellas producen dolor y deterioro. Aparecen déficit sensoriales /disminución de la visión o la audición) y motores que van disminuyendo la autonomía y la autoestima del anciano, va limitando cada vez más la posibilidad de hacer las cosas que le gustaba hacer o a las que estaba habituado.
A esto se suman los acontecimientos vitales, que suponen pérdidas y falta de apoyo social, como factores precipitantes y mantenedores de trastornos depresivos (pérdida de vínculos familiares y sociales, limitación de la vida activa, resignación ante la incapacidad de desenvolverse normalmente, aislamiento social y dificultades económicas).

Ósea, se vuelven cada vez más vulnerables y dependientes y comienzan a sentirse triste, sin entusiasmo y sin una motivación para continuar viviendo.


ESTANDO ALERTA:
La opinión generalizada en la población es que en esta etapa de la vida son normales la soledad, el aislamiento, la dificultad para dormir o comer, la pérdida de energía, el interés y la capacidad sexual, la pérdida de la memoria y la capacidad mental. ESTO NO ES UNA CARACTERÍSTICA DEL “SER ANCIANO”. Puede ser la muestra de un paciente deprimido, que con un tratamiento adecuado, puede recobrar energía y resistencia en cantidad suficiente como para llevar una vida digna.

De todos los pacientes que padecen depresión son los de edad avanzada los que menos reciben tratamiento. Esto es debido a que: * niegan sus síntomas
* los aceptan como cosa normal
* cuando buscan ayuda reciben un diagnóstico incorrecto


Depresión en los niños y adolecentes

Los niños y adolescentes padecen depresión, muchas veces sin que esta se reconozca ni se trate.

En USA hay datos que indican que la padecerían 6 millones de niños de los cuales anualmente 10 mil de ellos llegarían a cometer suicidio.

Los síntomas característicos son:
• Problemas de aprendizaje
• Fracaso escolar
• Agresividad
• Incontinencia urinaria nocturna
• Abuso y adicción a drogas
• Perturbación en la relación con otras personas
• Tendencia a la enfermedad y/o a trastornos psicosomáticos
• Intento de suicidio y suicidio consumado


La depresión del niño se parece mucho a la del adulto y muchos síntomas son similares (trastornos del sueño y del apetito, dolores físicos, desesperanza, culpa, falta de autoestima, falta de capacidad para experimentar placer, confusión, fatiga, etc.). Pero los niños no los expresan del mismo modo que los adultos: El niño pequeño no puede traducir en palabras lo que siente, el niño mayor quizá no quiere compartir sus sentimientos, y el adolescente se muestra muchas veces rebelde, desafiante, irritante, no quiere comer o cumplir con sus tareas escolares.

LO QUE ES MÁS IMPORTANTE: EN ESTA ETAPA DE LA VIDA SE DEBE DIFERENCIAR MUY BIEN ENTRE UNA DEPRESIÓN Y UNA CRISIS DEL DESARROLLO.


ESTANDO ALERTA:
• Aumento de tristeza, llantos, malhumor o irritabilidad
• El abandono de las actividades favoritas o de la relación con sus personas preferidas
• Evidencias de consumo de drogas o alcohol
• Súbitos fracasos o dificultades escolares
• Cambios en las costumbres de dormir y comer, falta de atención a la vestimenta y al aseo personal
• Regalo o destrucción de sus “bienes favoritos” ( CDS, juguetes, ropa)
• Una pérdida personal reciente, un rechazo, o un fracaso.
• Ideas preguntas o interés repentino por la muerte o por el acto de morir (el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 20 años de edad)


2/3 DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES SUICIDAS DICEN TENER UNA MALA RELACIÓN CON SUS PADRES Y EL 90% DICE QUE LOS PADRES NO LOS COMPRENDEN

 

Los hombres también sufren depresión

A pesar de que la incidencia de depresión en el hombre es 2 a 3 veces inferior que en la mujer, también es una enfermedad que padecen los hombres.

La pregunta que deberíamos hacernos es que si esta proporción es exacta, o si en realidad la enfermedad está subdiagnosticada en este grupo de población. Esto se debería a que los hombres lo ven como un signo de debilidad o sienten vergüenza y por ello tienden a ocultar la sintomatología. Aparecen más frecuentemente síntomas solapados, como irritabilidad, cansancio, malhumor, desgano y falta de rendimiento y deseo sexual, tendencia al abuso de alcohol, incapacidad para disfrutar de actividades placenteras, falta de concentración en el trabajo o por el contrario tendencia a la adicción al trabajo como único interés en detrimento de vínculos afectivos y actividades sociales.


ESTANDO ALERTA:
Si un hombre está cansado, enojado y/o con dolores físicos la mayor parte del tiempo puede estar cursando una depresión.


 

 

Depresión y Ansiedad

Históricamente la depresión y la ansiedad han sido consideradas como enfermedades separadas. Y a pesar que las categorías diagnósticas actualmente vigentes también las consideran como trastornos separados, la realidad clínica demuestra una frecuente coexistencia de síntomas ansiosos y depresivos o la presencia simultánea de 2 o más trastornos, pertenecientes a uno u otro grupo, en el mismo paciente, en cuyo caso hablamos de comobilidad.

La coexistencia de síntomas de ansiedad y depresión no ocurre de la misma forma en todos los pacientes. En algunos de ellos un signo depresivo aparece durante el curso de un trastorno de ansiedad. En otros la ansiedad surge como síntoma en el curso de una depresión mayor, configurando un síndrome depresivo ansioso.

En la clínica es común que un paciente con un diagnóstico primario de depresión, evidencie síntomas de ansiedad, o que un paciente con algún trastorno de ansiedad sufra síntomas depresivos. La superposición de ambas entidades se ha intentado explicar de diversas maneras, por un lado considerar a la depresión y ansiedad como entidades distintas que podrían coexistir, o verlas como partes integrales de un trastorno mixto.

En los últimos tiempos se ha venido otorgando importancia creciente a esta población de pacientes, e incluso se ha esbozado una nueva categoría diagnóstica denominada Trastorno Mixto Ansioso-Depresivo

Depresión y ansiedad: síntomas específicos y comunes.

Síntomas de depresión:
• Retardo psicomotor
• Tristeza intensa
• Percepción de pérdida
• Falta o pérdida de interés
• Anhedonia
• Desesperanza
• Ideación suicida
• Auto desvalorización
• Culpa excesiva
• Insomnio tardío
• Pérdida o aumento de peso
• Pérdida o aumento del apetito
Síntomas comunes
• Fatiga
• Baja autoestima
• Insomnio
• Dificultad para concentrarse
• Irritabilidad
• Agitación
Síntomas de ansiedad
• Preocupación constante
• Hipervigilancia, Tensión, nerviosismo
• Percepción del peligro
• Sentimientos de temor
• Incertidumbre, Inseguridad
• Insomnio de conciliación


ESTANDO ALERTA:
Se ha comprobado que los pacientes que sufren diferentes combinaciones de síntomas depresivos y ansiosos tienen peor pronóstico que aquellos que padecen un solo trastorno y utilizan más los recursos de atención en salud. El diagnóstico y tratamiento que comprenda a ambas entidades debe ser precoz para aliviar el sufrimiento e incapacidad adicional que presentan estos enfermos.


 

 

Depresión y patología cardiovascular

La noción de que el cerebro puede afectar al corazón no es nada nuevo, ya fue planteado muchos siglos atrás. Y hoy es un hecho confirmado.

Los pacientes con enfermedad coronaria presentan un mayor riesgo de presentar un trastorno depresivo mayor y a su vez la depresión es aumenta el riesgo de enfermedad coronaria y accidentes cerebro vasculares.




Los pacientes cardíacos con depresión tienen:
• 4 veces más riesgo de mortalidad.
• Mayor propensión abandonar la actividad física y adherir al tratamiento de su enfermedad primaria.
• 40% menos de probabilidad de a abandonar su adicción al tabaco (en pacientes fumadores).
• Aumento del riesgo de hipertensión arterial.


ESTANDO ALERTA:
El riesgo de enfermedad coronaria fatal está aumentado en 50% en pacientes con depresión y este riesgo es proporcional a la celeridad de la misma


La depresión o "las depresiones" o cuando el diagnostico es dificil

Esta enfermedad que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo, tiene tantas formas de presentarse como de ocultarse.

Es lícito hablar de “Depresión” o deberíamos hablar de “Depresiones”?
Por qué sólo el 40% de los pacientes que la padecen consultan?

La respuesta es que en muchos casos no se la reconoce como tal. En premier lugar por el paciente, luego su entorno familiar, siguiendo con los médicos de atención primaria, y siendo el último eslabón en la incapacidad para arribar a un diagnóstico correcto el médico psiquiatra.

Esto es debido en gran medida a que el depresivo del siglo XXI ya no se presenta con el cortejo sintomático florido y característico. Hoy la depresión se ha vuelto más sobria y se muestra en general con formas menores o enmascaradas.

Los síntomas que hoy vemos más a menudo son:
• Disminución del tono vital
• Disminución de la “alegría de vivir”
• Pérdida de energía
• Estados crónicos de ansiedad y depresión
• Malestar y dolores físicos (el cuerpo como elemento central)


“El depresivo postmoderno ya no se siente triste, se siente enfermo o inadecuado en su adaptación” (Dr. Carlos Soria)

ESTANDO ALERTA:
Fatiga crónica, ansiedad, irritabilidad y síntomas físicos deben ser hoy en día para el médico de atención primaria y para el especialista la luz roja que indique que nuestro paciente puede estar sufriendo DEPRESIÓN.

martes, 25 de septiembre de 2012

Los invito a ver una peli!!

Hola! Queremos invitarlos, para este viernes 28 de Septiembre, a participar del cine debate q realizaremos en base a la proyeccion de la peli "Bajo el sol de la Toscana". Es a la 20hs en el espacio de Consultores Psic Bs As "Juntos a la Par". Veremos juntos la peli, dsps se plantean posibles tematicas en base a lo visto y se comparten opiniones y visiones de cada uno. Finalmente se hace un cierre resumiendo todo lo conversado. Ojala puedan venir!!! (si necesitan transporte me avisan y vemos como lo resolvemos) Les pido q xfi me confirmen asistencia x aca, sms, mail o privado al face x un tema de cupos. El arancel es voluntario! Vamos a compartir durante todo la reunion pochoclos, papitas, galles y algunas cositas mas, y tomar cafecito, te y refrescos p disfrutar sobre todo un calido y lindo encuentro!!! Gracias!! Y besoteeess!!!!


Agradecemos difusion ;)

Mail desde mi telefono Nokia.

martes, 18 de septiembre de 2012

Si se Puede!!!

Comparto esta nota del conocido Dr. Cormillot. Interesante para reflexionar sobre nuestra relacion con el tiempo...

lunes, 13 de agosto de 2012

FELIZ DIA DEL COUNSELOR - CONSULTOR PSICOLOGICO!!!! Desde los Afectos, Mario Benedeti

Hoy 13 de Agosto celebramos nuestro dia!! Dia del Counselor - Consultor Psicologico! Feliz dia para nosotras y para todos los colegas!! Feliz dia xq esta profesion es una forma de ser y de vivir y la ejercemos poniendo el corazon en cada tarea! Feliz dia cada dia de nuestra labor!!!! Feliz dia cada dia que un consultante logra transformar aquello que le hacia mal para su buen vivir! Feliz dia cada encuentro de grupo donde se generan nuevos vinculos y nuevos aprendizajes mutuos!!!!

Compartimos este hemoso poema que de alguna manera identifica nuestra labor acompañando los procesos de desarrollo de las personas... Porque se pregunta "como hacerte saber?" Pero en realidad no hay otra respuesta que estando presentes, con las actitudes que el counselor posee en su ser persona, alli, en el proceso, el otro lo sabra todo por si mismo y a su manera, porque el mismo es quien posee el saber! Y solo ira de la mano del counselor, hasta desplegar sus alas y asi volar solo, y con las nuevas herramientas adquiridas en los encuentros, y entonces saldra nuevamente a la vida conociendose mejor a si mismo!

Y ademas la satisfaccion de que en el vinculo ambos aprenderemos mucho del camino!


FELIZ DIA!!!!
Les deseamos desde Consultores Psicologicos Bs As "Juntos a la Par"
 
por Clr. Barbara Schneider


Desde los Afectos, por Mario Benedeti

¿ Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo ? Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo, Que nadie establece normas salvo la vida, Que la vida sin ciertas normas pierde forma, Que la forma no se pierde con abrirnos, Que abrirnos no es amar indiscriminadamente, Que no está prohibido amar, Que también se puede odiar, Que el odio y el amor son afectos Que la agresión porque sí hiere mucho, Que las heridas se cierran, Que las puertas no deben cerrarse, Que la mayor puerta es el afecto, Que los afectos nos definen, Que definirse no es remar contra la corriente, Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja, Que buscar un equilibrio no implica ser tibio, Que negar palabras implica abrir distancias, Que encontrarse es muy hermoso, Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida, Que la vida parte del sexo, Que el "por qué" de los niños tiene un porque, Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad, Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana, Que nunca está de más agradecer, Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo, Que nadie quiere estar solo, Que para no estar solo hay que dar, Que para dar debimos recibir antes, Que para que nos den hay que saber también cómo pedir, Que saber pedir no es regalarse, Que regalarse es, en definitiva, no quererse, Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos, Que para que alguien "sea" hay que ayudarlo, Que ayudar es poder alentar y apoyar, Que adular no es ayudar, Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara, Que las cosas cara a cara son honestas, Que nadie es honesto porque no roba, Que el que roba no es ladrón por placer, Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo, Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte, Que se puede estar muerto en vida, Que se siente con el cuerpo y la mente, Que con los oídos se escucha, Que cuesta ser sensible y no herirse, Que herirse no es desangrarse, Que para no ser heridos levantamos muros, Que quien siembra muros no recoge nada, Que casi todos somos albañiles de muros, Que sería mejor construir puentes, Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve, Que volver no implica retroceder, Que retroceder también puede ser avanzar, Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol, ¿ Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida ?